No hace mucho tuve una “discusión” con mi socio. Teníamos diferentes puntos de vista sobre los trabajadores de nuestro futuro negocio. Específicamente hablamos de los trabajadores que participan activamente en la parte productiva de nuestra empresa. La externalización de ciertos servicios.
Un Jefe de Obra puede estar acostumbrado a subcontratar a otras empresas el 98% del proyecto a ejecutar. Principalmente porque los plazos de ejecución y los presupuestos de una obra hacen inviable que puedas hacer un proyecto de estas características con personal propio.
1º) Tendrías que tener muchos especialistas que sólo participarían durante determinado tiempo, ¿Qué haríamos con ellos cuando terminaran su labor? Este es el principal problema desde mi punto de vista. Es imposible que una empresa pueda “hacer de todo”, sobretodo manteniendo altos niveles de calidad.
2º) Por otra parte, tienes la gran ventaja que puedes controlar el coste de una partida. Es decir, tu cliente te paga por hacer un trabajo 1000, si tu lo subcontratas por 850, sabes que ganas 150, mientras que si lo haces con gente propia, el coste sólo puedes estimarlo (calculando un poco lo que puede tardar tu trabajador en hacer dicho trabajo).
3º) En nuestro proyecto, evitamos costes a corto plazo, ya que el contratar a personal conlleva tener que pagar un salario (con sus correspondientes seguros sociales) y no sabes si tendrás las suficientes ventas para amortizar dichos salarios.
Mi socio estaba de acuerdo en cierto modo conmigo. Subcontratar es necesario. No puedes contratar un pintor, un fontanero, un calefactor, un carpintero y un albañil para reformar un baño. Dependiendo de la obra, estamos hablando de un trabajo de 10 días como mucho. De los cuales, el pintor tiene 3 días, el fontanero y calefactor 2 días y el albañil 6 días de trabajo. Es imposible hacer de este trabajo algo mínimamente rentable.
Sin embargo, el gran inconveniente de la subcontratación es uno muy sencillo: la falta de compromiso. Un trabajador propio siempre estará más comprometido contigo, que eres su jefe, y con tu proyecto, que es su futuro.Una subcontrata es más fácil que falle, si por ejemplo, el trabajo para el que le llamas, no le interesa. Implicación, es ese el quid de la cuestión.
Al final te das cuenta que como mínimo, por mucho que quisiera evitar este coste,necesitaremos contratar a cierto personal propio. Variará en función del volumen de trabajo, lógicamente. El planteamiento inicial es sencillo: contratar el personal mínimo e ir ampliando según se necesite.
Es sin duda alguna, uno de los puntos más complejos al que me he enfrentado hasta el momento. Iremos viendo cómo evoluciona este delicado punto. Veremos qué trabajos subcontratamos y el motivo de esta decisión. Mientras, cualquier sugerencia sabéis que es bienvenida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario